Revelando el Arte Sagrado de la Brujería y la Sabiduría Celestial
Salomón es la clave de la magia postdiluviana y esta verdadera magia no es otra cosa que el principio de la sabiduría. Sin embargo, existen dos tipos: la magia negra y la magia roja. La primera es practicada por taumaturgos dotados por espíritus malignos con facultades particulares y excepcionales, y la segunda es practicada por verdaderos magos, revelada por Seth. La primera ha sido practicada por los hijos de los hombres, es decir, los descendientes de Caín, y según la tradición de Enoc, se origina en la rebelión de ciertos ángeles que, debido a un pecado análogo al de Adán, fueron privados de la gracia. Aquellos que practican la taumaturgia o este tipo de magia son incapaces de evocar a los espíritus de luz. Esta magia implica la dominación por la fuerza bruta; por eso Hermes Trismegisto, en su Tabla Esmeralda, la representa bajo el emblema de un tigre. La segunda ha sido practicada por los descendientes de Seth, por aquellos que tienen dominio tanto del macrocosmos como del microcosmos, pues la voluntad humana es omnipotente cuando está armada con las fuerzas vivas de la naturaleza. La verdadera magia proviene de Seth, quien por sus virtudes mereció ser iniciado en ella en el mismo Paraíso. La primera magia representa la rebelión; la segunda, la obediencia.
La Metáfora del Diluvio
Los ángeles rebeldes, iniciados en la alta magia (que la transmitieron a los hombres comunes a través de mujeres indiscretas) fueron la causa del colapso de la civilización primitiva y de la lucha por el dominio mundial por parte de los descendientes de Caín, lucha que solo terminó cuando la tierra fue inundada por el diluvio, que representa la confusión universal en la que caen los humanos cuando desobedecen las leyes de la naturaleza. La alta magia, la verdadera clave de las cábalas, afirma que la ciencia está reservada para los hombres que son dueños de sus pasiones. En efecto, la naturaleza casta no entrega las llaves de la cámara nupcial a los adúlteros. Por lo tanto, existen y siempre existirán dos tipos de hombres: los libres y los esclavos. El hombre nace esclavo de sus pasiones pero se emancipa mediante la inteligencia. Entre aquellos que saben alcanzar su libertad y los que no pueden, la libertad es imposible. La razón debe reinar y los instintos obedecer.
De la Virtud y la Hora de los Planetas
Las horas entre la noche y el día son veinticuatro, y cada intervalo está dominado por un planeta. Como hay siete planetas, divide estos intervalos entre las veinticuatro horas del día, y encontrarás que cada planeta gobierna durante tres horas, veinticinco minutos y cuarenta y tres segundos, además del día que le corresponde. Cada planeta rige un día durante los siete días de cada cuarto lunar y también ejerce influencia durante un tiempo específico cada día de la semana. Saturno gobierna desde la medianoche hasta las tres y media de la mañana. Júpiter desde las tres y media hasta las siete. Marte desde las siete hasta las diez y media. El Sol desde las diez y media hasta las dos de la tarde. Venus desde las dos hasta las cinco y media. Mercurio desde las cinco y media hasta las ocho. La Luna desde las ocho y cuarto hasta la medianoche.
Las horas de Saturno son favorables, al igual que las de Marte en sus días, cuando se alinea con la Luna para experimentos de odio, juicios y discordia. Las horas del Sol, Júpiter y Venus, especialmente en sus respectivos días, son excelentes para todo tipo de experimentos, tanto ordinarios como extraordinarios y las de Venus, particularmente en su día, son propicias para el amor. La Luna, cuando está opuesta al Sol y llena de luz, es buena para experimentos de guerra, ruido y discordia y cuando está en su último cuarto, para experimentos destinados a la destrucción o ruina. Cuando está en su cuarto nuevo, o cuando no recibe los rayos del Sol, es buena para experimentos de muerte.
Principios del Conocimiento Prohibido
Hay dos formas de escapar de la muerte: en el tiempo (curando y previniendo enfermedades) y en el espacio (perpetuando la identidad personal a través de la memoria en las transformaciones de la existencia). La vida es el resultado y solo puede preservarse mediante la sucesión y perfección de las formas. La ciencia del movimiento perpetuo es la de la vida y también la de la naturaleza. Esta ciencia apunta al justo punto de influencias equilibradas, por lo tanto, toda renovación opera mediante la destrucción y así cada generación es una muerte y cada muerte una generación. Nada en la vida ocurre por azar. El azar es lo imprevisto, pero lo imprevisto para el ignorante ha sido anticipado por el sabio. Todo acontecimiento, como toda forma, resulta de un conflicto o equilibrio de fuerzas y éstas pueden representarse mediante números. El futuro puede determinarse por cálculo así como toda acción violenta. El futuro está en el pasado y el pasado en el futuro. Cuando el genio prevé, recuerda. Los efectos están encadenados tan necesariamente y con tanta exactitud a las causas, que a su vez se convierten en causas de nuevos efectos coherentes con los primeros en su modo de producción. Un solo hecho puede revelar al vidente toda una genealogía de misterios.
Solve et Coagula: El Secreto del Fuego Fijo
Los metales en las entrañas de la tierra se forman (como los planetas en el espacio) por las especialidades de una ley latente que se descompone atravesando diversos entornos. Captar un medio en el que la luz metálica está latente antes de que se especialice y colocarlo en el polo extremo y positivo, es decir, al rojo vivo mediante un juego obtenido o prestado de la propia luz, es, en resumen, el secreto de la gran obra. Se entiende que esta luz positiva, en su grado extremo de condensación, es la vida misma hecha fija y puede servir como disolvente universal y medicina para todos los reinos de la naturaleza. Pero para quitar la máscara del arsénico, es decir, su esperma metálico, viviente y andrógino se necesita un primer disolvente, que puede ser un mineral salino y también agregar el trabajo de la electricidad y el magnetismo. El resto se realiza por sí solo, en un solo recipiente, en un solo horno y mediante el fuego graduado de una sola lámpara.
Sobre la Comunicación con los Muertos
Debes observar inviolablemente que cuando la Luna está en conjunción con el Sol, no se debe comenzar nada, pues ese momento es muy desafortunado y nada puede ni debe hacerse. Sin embargo, cuando la Luna recibe plenamente la fuerza del Sol, puedes escribir, operar y preparar todos los experimentos que desees realizar, especialmente aquellos relacionados con hablar con los espíritus de los muertos.
En cuanto a estas experiencias, es aconsejable evitarlas tanto como sea posible y quienes por pasiones terrenales, vicios o inclinaciones impuras, perturban la paz y la armonía que se debe a quienes han dejado sus cuerpos materiales en la tierra deben temer un castigo severo. Las almas de los muertos no están a nuestro alrededor. Los seres que amamos en vida pueden vernos e incluso aparecer ante nosotros, pero solo a través del espejismo, es decir, mediante el espejo común, que es la luz.
Los espíritus solo sirven de manera efectiva a los seres soberanos que saben encadenar sus turbulencias, ordenar sus apetitos y contener sus pasiones. La inmortalidad del alma es un dogma consolador y quienes tienen la temeridad de mirar hacia el más allá con los ojos de la existencia terrenal deben temer por sus vidas. Por lo tanto, los muertos evocados aparecen con ojos tristes y airados, quejándose de ser perturbados en su descanso y solo pronuncian lamentos y amenazas. Ahora bien, por más que se multipliquen los métodos, trance, escritura automática, mesa parlante, ouija, la mayoría de los mensajes del más allá suelen ser triviales, vagos o incluso absurdos. Sin embargo, hay excepciones que revelan pensamiento profundo, instrucción valiosa y un estilo inconfundible. ¿Pero cómo explicar esta variación?. No basta con atribuirlo a la capacidad del médium, ni al hecho de que en el otro mundo habitan tanto sabios como salvajes. Estos factores aportan, sí, pero no explican todo.
Oliver Lodge propuso una hipótesis inquietante: si esos mensajes provienen del subconsciente de los vivos, ¿no podrían algunos mensajes de los muertos provenir también de sus mentes subconscientes? ¿Y si los difuntos no son conscientes de estar comunicándose, igual que los vivos no lo estaban?. Esto explicaría por qué ciertos “espíritus” pierden su estilo característico. Tal vez la conciencia en el cuerpo astral sea más subjetiva, más fragmentada, más profunda. Sabemos que la personalidad física es compleja, con capas de conciencia que solo emergen en condiciones excepcionales. ¿Qué ocurre cuando esa conciencia se traslada a un vehículo más sutil?. Quizás, en ese estado, la manifestación del alma sea distinta—más intensa o más tenue que cuando se agitaba en su efímera hora sobre el escenario terrenal. Y quizás, solo quizás, lo que llamamos comunicación espiritual sea apenas un eco, una sombra, una memoria que no sabe que se recuerda.


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